Miguel Ale
El afilador de cuchillos (1912)-Kazimir Malévich
No es tarea sencilla hacer un análisis de la literatura, en este caso poesía, de Fernando Morote, sin tener en cuenta algunos aspectos fundamentales para entender la cosmovisión ecléctica y a la vez subsistente de su mensaje.
El narrador, es un implacable testigo de una realidad exterior, cruda y controversial. Pero también es espectador imparcial de una pantalla interior, que le va transmitiendo sensaciones, que sin esfuerzo el lector irá captando y con estados variados, irá agregando líneas de pensamiento a la incitación que toda poesía con poder de síntesis sugiere.
Y es ahí donde el METAL, al rojo vivo o en su gélido estado natural, golpeará, quemará, sacudirá, erradicando la futilidad y aboliendo la indiferencia. La vida cobra sentido cuando se activa lo sensorial. Esa es la MECÁNICA. Y las palabras de estos poemas; justas, descarnadas, pavorosas, hacen ver y paladear la belleza del horror, lo sutil del desencanto, la atrayente niebla que mantiene la magia del sinsentido.
Este es uno de esos libros para leerlo, dejar que madure en la memoria, cotejarlo con lo que a diario nos van deparando nuestras vivencias y volver a él, como quien siente la necesidad de recrear con una persona amiga hechos conocidos, pero siempre diferentes en la exposición, entrañables y vigentes.
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Es una reverenda mierda,sin creación,el que la escribe es un alma en pudrición!! Dedicarse a otra cosa o mierda..