Estefanía Farias Martínez
—Buenos días, Yago.
—Buenos días, Doña Pura.
—Déme diez de los rojitos, de los pequeños.
—¿Bolsa de papel o de plástico?
—De papel.
—Aquí tiene, Doña Pura. ¿Se los pongo en el carrito?
—Sí, por favor. Cuidado con el pez. Ahí, perfecto. Muchas gracias, Yago.
Yago salió de la librería para despedir a Doña Pura y ayudarla a llevar el carrito de la compra hasta el semáforo. Había que cuidar de los buenos clientes.