Alberto Ernesto Feldman
Que me disculpe el árbol talado
por las cuatro patas de la mesa.
“Bajo una pequeña estrella”
Valeria Szymborska – poeta polaca
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30 de diciembre de 2015
Fue cuando recién comenzaba la Primavera pasada. Estaba pidiendo disculpas al árbol por las cuatro patas de la mesa, cuando surgieron repentinamente multitud de tiernos brotes, y no sólo de las patas, también de la tabla, por lo que deduje que el árbol me había perdonado.
Igual quedé sorprendido por el episodio.
Pedro me preguntó:
-¿De qué te asombrás, si estamos en Primavera?…
Juan protestó:
-¡Qué difícil va a ser limpiar esta cuadrúpeda sin lastimar estas hojitas tan tiernas!…
El viejo Oscar, que siempre pone la mesa y además es arquitecto, también tuvo algo que decir:
-¿Y ahora, cómo pongo el mantel?… si pongo el blanco, ¡esta mesa florecida va a parecer una maqueta de la Cordillera de los Andes!
Igual nos arreglamos, lo que no pudimos apoyar sobre la mesa, lo sostuvimos con una mano, total, para sopa y puré nos alcanza con la otra.
Pasaron los días y las patas se fueron enterrando silenciosamente en el suelo, y como por debajo de los terrenos del Hospicio tenemos buena tierra desde el suelo hasta la China, la mesa hundió allí sus patas-raíces, creció y creció y hoy tenemos una hermosa pérgola de cuatro pilares y cinco metros de altura, debajo de la cual celebraremos mañana el Fin de Año aunque llueva y aunque no nos visite nadie, pero al menos estamos juntos y tenemos techo, gracias al árbol.
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