J. J. Husrieh
Un beso es darse el filete.
La carne es jugosa,
pero perecedera.
Somos un filete
cualquiera
y la muerte tiene
la sartén por el mango.
Si estás crudo, nadie
te querrá y si estás
quemado tampoco.
En su justa medida
un filete es un poco
como la vida:
todo nervios y herida,
Tómalo cuando se te ofrece,
porque si esperas meses…
Carne podrida.
A través del azul
del filete que brilla
la carne es débil
y cede a la parrilla.
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