Carlos Fabián Ruiz
Foto: Adely Madrid
El niño rico de mi barrio es hijo del pobre, el hombre anda en bicicleta, los otros en coches. El niño rico de padre pobre tiene juguetes caros, los otros niños no pueden porque sus padres deben ahorrar para cambiar los coches. El barrio carece de santas pero si le pregunto a un niño, me jura que su madre lo es. Al ùnico santo los insolentes lo llaman down. En mi barrio hay flores que las viejecitas apuntalan y aun asì se secan, los cardos sin mecenas proliferan en el baldìo y las viejecitas los odian por eso. Mi barrio tiene una casona derruida que alberga el mañana y una casa nueva que abriga vejez. Hay un paredòn gris, refugio de los enamorados y una plaza verde a donde los solos van a llorar. Hay perros caros que a menudo se enferman y otros atorrantes que jamàs moriràn. Mi barrio es igual a todos, entre las casas humildes està la mia, allì dentro hay otro barrio de niños ricos, una monarquìa de perros y gatos, los demàs somos hormiguitas obreras. En el barrio de mi casa estoy yo, soñando que sueño, a veces creo que lo ùnico que hago es soñar…
.
.