…enmarcaré cada recuerdo entre las yemas de mis dedos, porque hay tactos que no se olvidan y abrazos que no se evaporan… Y el cielo no deja de ser el lienzo del pasado, la sonrisa del te extraño, la caricia del silencio… Sí, te añoro, pero sonrío. No te dejaré ir jamás y te guardaré en esa nube, nuestra pequeña nube…