El cierre de la librería Catalònia y sus claroscuros.
Bernat Ruiz, en el blog «Verba volant, scripta manent», también habla del cierre de Catalònia, pero va mucho más allá de lo que hasta ahora era un redoble a mayor gloria de los héroes caídos:
La librería disfrutaba de un emplazamiento envidiable en una de las zonas turísticas y comerciales más dinámicas de España. El local que abandonarán en breve cuenta con 800 metros cuadrados de zona comercial, 200 de almacén y 90 de oficinas. Tan bueno es el local que lo ocupará un McDonalds, y ya sabemos que no se establecen en callejones sombríos precisamente. Otras librerías cercanas, pero no tan bien ubicadas, sobreviven e incluso se ganan razonablemente la vida.